El láser, inventado en EEUU en los años 60, comenzó siendo poco más que una curiosidad científica para acabar convirtiéndose en una herramienta con múltiples usos en las décadas siguientes. Entre los más destacables están sus aplicaciones industriales, como son el corte laser así como el grabado y el marcado con laser, prodecimientos con los que se pueden tratar diversos materiales ya sean metálicos, plásticos, vidrio, textil…
Por ejemplo, el marcado láser se usa mucho en piezas internas de ordenadores y otros aparatos electrónicos, donde es necesario «imprimir» códigos y números de serie en espacios muy reducidos. También las letras del teclado se suelen marcar con este método, que tiene entre otras ventajas la de que los caracteres dibujados apenas se desgastan con el uso.
El grabado, que se usa mucho en madera por ejemplo, produce unos resultados similares pero a diferencia del marcado, horada ligeramente la superficie (en vez de simplemente alterar sus propiedades químicas) produciendo pequeños surcos o cavidades. En el ámbito textil también se emplea con buen resultado, para decorar distintos tipos de tejidos. La expresión de grabar música o vídeo viene originalmente de que los primeros soportes para grabar audio eran discos de cera donde una aguja horadaba (grababa) un surco.
Por último, el corte es otro de los usos industriales del láser, muy usado en la fabricación de piezas para distintos procesos de montaje, para darles la forma y dimensiones exactas con un corte limpio que les permitirá encajar milimétricamente con otras.
Portlaser es una empresa portuguesa especializada en la fabricación de las máquinas que realizan estas tareas (llamadas máquinas láser). En su web (www.portlaser.com) podemos encontrar información sobre las aplicaciones del láser, sus ventajas frente a otros métodos de transformación y modelado de materiales, y por supuesto un muestrario de las diferentes máquinas y productos que comercializan, principalmente en España, Francia y Portugal.