No, no hablamos de la plata en sentido argentino (por cierto, ¿cómo le llamarán los argentinos a nuestra «plata»?), sino al material precioso con el que adornamos nuestros cuerpos y, en ocasiones, nuestros hogares.
¿Sabías que el 70% de la plata extraída en el mundo se dedica a elaborar joyas? Quizá no te parezca un dato sorprendente, pero lo que seguramente lo que no sabías es que la plata usada habitualmente en las joyas, conocida como «plata de ley», no es plata pura, sino que va mezclada con un poco de cobre (concretamente lleva un 92,5% de plata y un 7,5% de cobre). Esto no lo hacen los joyeros para abaratar costes, sino que esta aleación es una manera de dotar a la plata de una dureza y resistencia mayor de la que tiene en estado puro. Aún así, hay quien añade aún más cantidad de cobre (u otro material) ahí sí, para ahorrar costes, pero en ese caso ya no se podrá etiquetar como plata de ley y además existe un mínimo legal que sitúa en 800 milésimas (80%) la cantidad de plata para que la pieza se pueda vender como tal.
Decíamos que la plata está de moda. Tal es así que están empezando a aparecer joyerías online especializadas como es el caso de Platalia.com y sus joyas de plata.
Anillos, colgantes, pulseras, pendientes, charms… en diseños atractivos y modernos que no por ello resultan caros al bolsillo. Compruébalo tu mismo entrando en su web. Cuentan también con colecciones (como la Elements por ejemplo), que te permiten lucir varias de esas joyas en combinación, guardando entre ellas un mismo motivo estético.