Si alguien nos habla de ‘la marina’, pensaremos seguramente en la flota naval del ejército -la marina de guerra, también conocida como la Armada-, o bien en el conjunto de barcos de comercio y turismo -conocido como la marina mercante.
Sin embargo, por influencia del inglés se está empleando ‘marina’ en un sentido adicional, que es para referirse a ese lugar de la costa habilitado para el amarre de embarcaciones de recreo, o sea, lo que se conoce comúnmente como un puerto deportivo. Podemos ver en la foto la marina de Coruña. Prácticamente todas las ciudades costeras tienen una (o varias) marinas o puertos deportivos, y también lo tienen algunas poblaciones de interior con río navegable. La dársena empleada para tal fin da albergue a yates y a diversas embarcaciones de pequeño tamaño, que por el pago de una cuota periódica tienen también acceso a otros servicios (agua, electricidad, combustible, reparaciones, tienda de repuestos, restaurante…). Algunas marinas ofrecen la posibilidad de guardar la embarcación fuera del agua (marina seca). Por último, tener una plaza de amarre permanente en uno de estos puertos es lo que cualquier propietario de una embarcación de recreo podría desear, pero ojo, puede no ser fácil pues el espacio es limitado y a menudo existen listas de espera.
Gracias por la explicacion, siempre aprendo alguna cosa nueva leyendo este blog!